10.27.2011

Anoche soñé...

Un pequeño regalo :) 
¿sabías que para conseguir un movimiento de tan solo un segundo se necesitan 25 dibujos?

10.22.2011

Técnicamente y teóricamente no tengo nada de especial :)


“Fueron apareciendo nuevas pistas, la mayoría de ellas por pura casualidad. Un día en que los estudiantes tenían graves dificultades con el dibujo de figuras repartí por la clase una reproducción de un famoso dibujo y pedí a los alumnos que copiaran la imagen cabeza abajo, cosa que hicieron después de dar la vuelta a las reproducciones. Ante nuestra gran sorpresa (mía y de ellos), los dibujos resultaron ser excelentes. Esto no tenía sentido para mí. Después de todo, las líneas eran las mismas, tanto cabeza arriba como cabeza abajo. ¿Por qué habría de ser más fácil dibujar una imagen invertida? Trabajando con el espacio negativo descubrimos más cosas, y también encontramos nuevas incógnitas. Los estudiantes dibujaban mejor cuando no miraban la forma que querían copiar, sino el espacio que la rodeaba. Esto también me desconcertó. Seguí pensando en mis propios procesos al dibujar, pero la respuesta al problema —el principio organizativo que lo haría encajar todo— seguía escapándoseme. Hace unos diez años empecé a leer una serie de libros sobre la división de funciones enel cerebro, según estudios realizados en los años 50 y 60 por el equipo de Roger W.Sperry en el Instituto Tecnológico de California. Lo que, en resumen, venían decir es que ambos hemisferios del cerebro humano intervienen en las funciones cognoscitivas elevadas, pero que cada hemisferio emplea diferentes métodos o sistemas para procesarla información

Aquella lectura me hizo pensar que es posible que la capacidad de un individuo para el dibujo esté controlada por la facilidad para cambiar a un modo diferente de procesar la información visual: pasar del procesamiento analítico y verbal (lo que en este libro llamamos el «modo izquierdo» o «modo—I») a un procesamiento espacial y global (al que llamamos «modo derecho» o «modo—D»). Con esta súbita revelación, algunas partes del rompecabezas empezaron a encajar y comprendí por qué algunos estudiantes aprendían a dibujar más fácilmente que otros. Desde entonces, y en especial durante mis estudios de doctorado, me dediqué a formularlos principios básicos y la serie de ejercicios que componen este libro. La premisa básica es que desarrollando un nuevo modo de ver, utilizando las funciones especiales del hemisferio derecho del cerebro, se puede aprender a dibujar fácilmente, y la serie deejercicios está planeada expresamente con este fin. Estoy convencida de que, con el tiempo, los investigadores y profesores de arte desarrollarán aún más este modelo de enseñanza, que estimula el cambio mental, del pensamiento verbal y lógico a la percepción global e intuitiva, y lo aplicarán a otros campos. No sé hasta qué punto los futuros estudios científicos confirmarán esta estricta lateralización o separación de las funciones cerebrales, pero los dos modos de cognición que yo he llamado «izquierdo» y«derecho» —y los principios relacionados, expuestos en este libro— han demostrado su validez empírica con estudiantes de todos los niveles, y los resultados son innegables, tanto si los mecanismos cerebrales están de verdad estrictamente lateralizados como sino. En su presente forma, el modelo me ha proporcionado un método de enseñanza que resuelve el problema que me preocupaba en un principio: cómo conseguir que todos los alumnos de una clase, y no sólo unos pocos, aprendan a dibujar.


EL MODO DE VER DEL ARTISTA: UN  PROCESO DOBLE 

Pasar a ver de un modo particular. Puede que en este momento, usted no me crea. Quizás opine que ve las cosas suficientemente bien, y que lo difícil es dibujarlas. Pero lo cierto es lo contrario, y los ejercicios de este libro están planeados para ayudarle a efectuar el cambio mental y obtener una ventaja doble: por un lado, acceder por deseo consciente al lado derecho del cerebro, para experimentar una modalidad de consciencia ligeramente alterada; en segundo lugar, ver las cosas de un modo diferente. Ambos factores le permitirán dibujar bien. dibujaban, mencionando a menudo que el dibujar les pone en un estado alterado de conciencia. En ese estado subjetivo, los artistas dicen que se sienten transportados, llegando a ser «uno con el trabajo», capaces de captar relaciones que normalmente no advertirían. El paso del tiempo se interrumpe y las palabras huyen de la consciencia.Los artistas aseguran que se sienten despiertos y atentos, pero relajados y libres de ansiedad, experimentando una placentera y casi mística activación de la mente.
Lo principal para aprender a dibujar es preparar las condiciones que provoquen el cambio mental a un modo diferente de procesar la información, el estado de conciencia ligeramente alterada que permite ver bien. En este estado, uno es capaz de dibujar sus percepciones aunque nunca haya estudiado dibujo. Una vez que uno se familiariza con este estado, puede controlar conscientemente el cambio mental.”

Edwards Betty, Aprender a dibujar con el hemisferio derecho